Cuando en fabricación hablamos de salud laboral, el primer aspecto a considerar es proteger la piel de los operarios que trabajan con taladrina. Esta se ve sometida al polvo, altas temperaturas y a irritaciones mecánicas. Otra fuente de riesgo para este órgano tan sensible se halla en los lubricantes refrigerantes.
El empleo de lubricantes respetuosos con la piel, usándolos de manera correcta, minimiza el riesgo de afecciones cutáneas y contribuye en gran medida a generar entornos laborales más protegidos.
La protección al usar la taladrina
Es responsabilidad de la dirección de la empresa reducir a niveles mínimos el potencial de riesgos en el puesto de trabajo. Este control afecta tanto a los medios de trabajo como a las sustancias empleadas, como son los lubricantes refrigerantes.
Guantes e indumentaria de seguridad son parte obligada del equipo de trabajo; el no aportarlos por parte de la dirección puede provocar un problema de salud, pues el contacto con la taladrina afecta a la piel, pudiendo producir sequedad, alergias o infecciones.
Es recomendable que las empresas dispongan de planes de seguridad e higiene, así como de protección cutánea donde se especifican los medios a emplear para proteger la piel. El médico de la empresa y el fabricante de los medios de protección también deben orientar y asesorar en esta materia.
El plan de seguridad laboral e higiene permite a los operarios conocer qué medio protector deben utilizar y en qué momento, con tres cometidos complementarios: protección, limpieza y cuidado de la piel.
Protección e higiene cutáneas paso a paso:
- Protección de la piel. Antes de comenzar el trabajo, tras una pausa o después de cada lavado, deberá utilizarse el medio protector especificado en el plan.
- Limpieza de la piel. Antes de las pausas y al final del turno, la piel deberá lavarse con un producto de limpieza (pH neutro o ligeramente ácido) que no implique fricción.
- Cuidado de la piel. Una vez terminado el relevo, deberá aplicarse sobre la piel el medio para cuidados que especifique el plan.
Aquellos responsables de producción que de entrada hayan seleccionado un lubricante refrigerante respetuoso con la piel, contribuyen en gran medida a la seguridad cutánea de los trabajadores. Hay que tener en cuenta algunos factores importantes.
Para proteger la piel de la taladrina, no a las aminas ni al ácido bórico
Los lubricantes exentos de aminas y ácido bórico son muy recomendables por su elevado grado de compatibilidad cutánea y su reducido potencial alérgeno. Además los lubricantes refrigerantes libres de aminas y de ácido bórico impiden la formación de nitrosaminas cancerígenas. La taladrina exenta de aminas y ácido bórico aumentan la seguridad cutánea de los trabajadores y reduce el riesgo de afecciones en la piel.
Los lubricantes exentos de aminas y ácido bórico ofrecen a mejor protección con un nivel alto de prestaciones:
- Aportan un elevado perfil de rendimiento.
- Funcionan en rangos favorables de pH 7,5 – 8,5, lo que aporta una excelente protección cutánea y reducen los riesgos de alérgenos.
- Mejoran la protección en el puesto de trabajo.
- Reducen el riesgo de enfermedades cutáneas para los trabajadores: ello redunda en menores bajas por enfermedad
- Por su naturaleza y condición de libres de aminas y boro, la productividad y la vida útil de los productos se ven incrementadas.
Con un potencial de riesgos menor, el uso de taladrina compatible con la piel no solo apuestan por el bienestar del trabajador, sino que benefician en gran medida a los responsables de fabricación y de seguridad laboral. Estos lubricantes refrigerantes mejoran activamente la seguridad del trabajador, reduciendo las bajas por enfermedad que a menudo suponen un factor considerable de coste laboral.
En LUFILSUR, comercializamos y distribuimos taladrinas sin aminas ni ácido bórico que mejoran la protección del operario y ofrecen un óptimo rendimiento. Si tienes interés en estos lubricantes o en nuestro servicio de asesoramiento técnico para procesos industriales, contacta con nosotros y buscaremos las mejores opciones.