Cuando hablamos de procesos de desengrase hacemos referencia a la eliminación de residuos de grasas y aceites superficiales que deben limpiarse en las superficies metálicas.
Para el tratamiento de acabado de las piezas metálicas, como el galvanizado o la pintura, es necesario quitar la suciedad que se genera en la superficie, por ejemplo, con óxidos de metal, aceites de corte, lubricantes u otros productos que se emplean en la fabricación y mecanizado. En ocasiones, las piezas llegan con una capa protectora de aceite anticorrosivo y antioxidación que hay que eliminar.
Existen diferentes procesos de desengrase que permiten realizar esta tarea bien con el uso de maquinaria, que automatiza el trabajo, o de manera manual. Del mismo modo, los productos de desengrase que se emplean también son distintos, tanto en su composición, como en la concentración de sustancias químicas con los que están formulados.
La selección del proceso y del tipo de producto de desengrase a utilizar está determinada por factores como:
- Las características del aceite, grasa o suciedad a limpiar.
- El tipo de metal de las piezas: hay que tener en cuenta la compatibilidad de los productos de desengrase con las piezas metálicas y los materiales no metálicos que pueden tener estas piezas.
- Las dimensiones y forma de las piezas.
- El manejo de las piezas en las diferentes etapas de su tratamiento.
- El nivel de limpieza que se necesita.
- La cantidad de piezas que hay que limpiar y el coste económico.
- Los requisitos de tratamiento que las piezas tendrán en el futuro.
- El impacto que pueden tener los productos que se empleen en la salud del profesional y el medioambiente.
- La posibilidad de recuperación los productos de desengrase.
Claves para facilitar el proceso de desengrase
Hay algunas pautas que, si se tienen en cuenta durante la fabricación y almacenamiento de las piezas, ayudan a que el trabajo de desengrase sea más fácil. ¿A qué nos referimos? Por ejemplo, durante el proceso de mecanizado optar por taladrinas, aceites y grasas que sean fáciles de limpiar. De este modo, la tarea de eliminación de la ‘suciedad’ será más sencilla y, además, se conseguirá reducir el consumo de producto de desengrase.
Por otro lado, hay piezas metálicas que deben almacenarse durante un tiempo antes de recibir un nuevo tratamiento. Estas piezas suelen engrasarse para protegerlas de la oxidación y corrosión. En este caso, si la estancia en el almacén es breve bastará con aplicar una capa muy fina de aceite o grasa. Puede ocurrir también que no sea necesario aplicar esta ‘protección’ cuando la permanencia en el almacén sea muy corta.
En las instalaciones que se utilizan para guardar las piezas metálicas es importante controlar las condiciones ambientales para evitar que los efectos de la humedad o elementos ácidos hagan mella en el material.
En ocasiones, el exceso de aceite sobre las superficies de las piezas obliga a recurrir a métodos como el centrifugado o la decantación para poder eliminarlo, con el añadido de que debemos tener cuidado de que las piezas no sufran daños por rozamientos o golpes.
Hay situaciones en las que, por las características de las piezas, se emplean aceites y grasas de fácil limpieza. En estos casos, podemos considerar la idea de incluir un ‘predesengrase’, es decir, ayudarnos de agua caliente para eliminar la primera capa de suciedad.
Tipos de procesos de desengrase
No obstante, como hemos adelantado, dada la variedad de piezas metálicas y productos empleados para proteger sus superficies, existen también diferentes procesos de desengrase, tales como:
Aspersión
Se trata de aplicar el desengrasante a presión sobre la superficie de las piezas que queremos limpiar. En este método, la presión con la que se realiza la aspersión es clave, dado que cuanto mayor sea mejor se eliminará la suciedad.
Desengrase manual
Existen varios procedimientos de desengrase manual. Algunos de los más comunes son la limpieza con paños o esponjas impregnadas en producto o el empleo de una brocha o cepillo para aplicar gran cantidad de desengrasante sobre la pieza de modo que el aceite o la grasa se eliminan por arrastre.
Desengrase por vapor
Esta práctica es muy útil porque reduce la exposición de los profesionales a las emisiones tóxicas. Este proceso se basa en la creación de un flujo de vapor que se condesa sobre la superficie de las piezas a desengrasar arrastrando la capa aceitosa.
Inmersión
Este sistema hace referencia a la colocación, manual o mecánica, de las piezas en un bastidor o soporte, que se introduce en un tanque con el producto desengrasante. El movimiento de las piezas dentro de la cuba o del líquido alrededor de estas facilita la limpieza, dado que se renueva la disolución sobre la superficie de las piezas y con ello mejora la eficiencia del desengrasante.
Existen también varios sistemas de inmersión que se basan en este principio de agitación: inmersión de tambores rotatorios, inmersión en continuo, inmersión con disolución a presión, inmersión con agitación mediante ultrasonidos o megasonidos, inmersión con contacto mecánico, inmersión a temperatura de ebullición o inmersión electrolítica.
Limpieza por abrasión
Este proceso consiste en aplicar con aire comprimido y a gran velocidad un material abrasivo en estado sólido (granalla de acero, bicarbonato sódico…) sobre la superficie que queremos limpiar.
Se trata de un sistema que puede ser muy útil para la eliminación de determinados lubricantes, pero no está recomendado para la limpieza de piezas muy contaminadas con grasas y ceras, dado que estas provocan que el material abrasivo permanezca adherido.
Los riesgos de este proceso de limpieza derivan de la generación de partículas metálicas o con sílice, que pueden causar serios problemas de salud. De ahí que sea necesario que estos procesos se lleven a cabo tomando las pertinentes medidas preventivas para no exponer a los profesionales.
En resumen, los procesos de desengrase y los tipos de productos a emplear dependen de factores como las características de la pieza y del grado de suciedad que tenga la superficie a limpiar.
En LUFILSUR, comercializamos y distribuimos productos desengrasantes que ayudan a realizar esta tarea de limpieza de manera rápida y sencilla. También ofrecemos asesoramiento técnico específico para los procesos de mecanizado.
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