Industria alimentaria

ISO 20122:2024, un nuevo estándar para la seguridad de los aceites vegetales

ISO 20122_2024, un nuevo estandar para la seguridad de los aceites vegetales

La industria agroalimentaria tiene un nuevo referente en el control de calidad con la publicación de la ISO 20122:2024. Esta norma, publicada en abril de 2024, establece un procedimiento técnico y preciso para la determinación de hidrocarburos saturados de aceite mineral (MOSH) e hidrocarburos aromáticos de aceite mineral (MOAH) en aceites vegetales.

Los hidrocarburos de aceites minerales (MOH) son mezclas complejas de isómeros, divididos en dos categorías principales:

  • MOSH (Mineral Oil Saturated Hydrocarbons): hidrocarburos saturados de aceite mineral, compuestos parafínicos con cadenas de carbono de C10 a C50. Pueden acumularse en tejidos humanos, y aunque la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha determinado que la exposición dietética actual a los MOSH no representa una preocupación significativa para la salud humana, es crucial monitorearlos para asegurar que no se alcancen niveles peligrosos.
  • MOAH (Mineral Oil Aromatic Hydrocarbons): hidrocarburos aromáticos de aceite mineral, compuestos con anillos aromáticos, generalmente con 3 o más anillos, y cadenas de carbono de C10 a C25. Los MOAH son de mayor preocupación porque algunos de ellos, especialmente aquellos con tres o más anillos aromáticos, han mostrado propiedades genotóxicas y carcinogénicas. Por lo tanto, la presencia de MOAH en alimentos es un riesgo potencial para la salud que requiere un riguroso control.

La contaminación con MOH puede darse en cualquier fase de la cadena de producción, desde la recolección de la cosecha hasta el procesamiento y almacenamiento del producto final.

En el caso de los aceites vegetales, el peligro de contaminación, al que está expuesto el producto, no se limita a su proceso de producción (donde se utilizan rodamientos, variadores o reductores, cadenas y bombas hidráulicas o mecánicas), sino que este riesgo de contagio también está presente en otras fases como la recolección.

Por ejemplo, tengamos en cuenta que en la recogida de la aceituna se emplean equipos (buggies, vibradoras o tractores) que se lubrican y también están expuestos a pérdidas.

Esto representa un auténtico desafío para la seguridad alimentaria, dados los efectos adversos que tienen estos compuestos para la salud humana.

evitar la contaminación del aceite de oliva

¿Qué aporta la ISO 20122:2024?

El procedimiento especificado en la ISO 20122:2024 utiliza la cromatografía líquida de alta resolución acoplada a cromatografía de gases con detección por ionización de llama (HPLC-GC-FID) para la identificación y cuantificación de hidrocarburos saturados (C10 a C50) y aromáticos en aceites vegetales.

Este enfoque, validado por estudios inter-laboratorio, demuestra ser un método efectivo para detectar concentraciones de MOSH superiores a 3 mg/kg y MOAH superiores a 2 mg/kg. Proporciona, por tanto, una buena herramienta para determinar estos hidrocarburos.

En resumen, el procedimiento descrito en la norma incluye:

  • Preparación de la muestra: la muestra de aceite vegetal se procesa para aislar los componentes deseados.
  • Separación cromatográfica: utilizando HPLC, los componentes separan.
  • Detección y cuantificación: los componentes separados se introducen en el GC-FID para su detección y cuantificación precisa.

La identificación y cuantificación de estos hidrocarburos es un paso importante para la industria agroalimentaria, por lo que supone garantizar que los aceites vegetales que se produzcan cumplan con los estándares de seguridad necesarios.

Las almazaras deben controlar la contaminación por hidrocarburos

 

Desafíos futuros para la industria agroalimentaria

La capacidad de detectar y cuantificar con mayor precisión los MOSH y MOAH representa un avance en la mejora de la seguridad y calidad de los aceites vegetales. Sin embargo, desde mi punto de vista, aún queda camino por recorrer en la lucha contra estos contaminantes.

Una de las principales lagunas que aún persiste en este campo es la diferenciación entre MOSH y POSH, dos compuestos estrechamente relacionados. Si bien los POSH no se consideran peligrosos porque no hay evidencia de que sean tóxicos, sería importante identificarlos y cuantificarlos para evitar confusiones en los resultados analíticos, ante la posible presencia de POSH en lugar de MOSH en los aceites vegetales.

Por otro lado, esta norma abre el camino a una regulación más estricta de los niveles permitidos de MOSH y MOAH por parte de las autoridades competentes, lo que representa un desafío para el sector oleícola y las entidades colaboradoras. Una situación que no se puede pasar por alto, dado que pueden convertirse en regulaciones exigentes que puedan generar un problema.

La ISO 20122:2024 es un avance importante, pero no un punto final. La lucha contra la contaminación por MOSH y MOAH requiere un esfuerzo conjunto de la industria alimentaria, las autoridades regulatorias, la comunidad científica y los consumidores. Veremos.

Foto portada imagen de Freepik.

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