¿Plan de mantenimiento preventivo y buena lubricación para la maquinaria industrial? Di siempre ‘sí’ a este tándem por el bien de la productividad y del bolsillo.
Una máquina bien lubricada y en buen estado es clave para que su rendimiento sea adecuado. En el sector industrial, lubricación y mantenimiento son los dos grandes aliados para que los equipos, que realizan diferentes procesos, funcionen bien.
Contar con un plan de mantenimiento preventivo, que contemple revisiones periódicas y puesta a punto de los equipos, permitirá ahorrar costes y problemas.
Hacer un seguimiento del estado de la maquinaria ayuda a detectar incidencias y resolverlas antes de que surjan complicaciones y las averías nos obliguen a tomar medidas más contundentes como parar la producción, por ejemplo. Siempre va a ser más rentable reemplazar una pieza, que la aplicación, ¿no?
Un rendimiento inadecuado, provocado por el mal funcionamiento de la maquinaria, se traduce en una reducción de la productividad con las consecuentes pérdidas económicas que esto conlleva.
¿Qué acciones deben incluirse en un plan de mantenimiento de la maquinaria industrial?
A la hora de determinar qué acciones deben llevarse a cabo, es aconsejable seguir las recomendaciones de los fabricantes y las pautas de las normativas. No obstante, las tareas más habituales que se incluyen en el plan de mantenimiento preventivo de la maquinaria industrial son las siguientes:
- Revisión del nivel de lubricante en motores-reductores.
- Cambio de aceites y grasas.
- Limpieza, revisión y sustitución de piezas desgastadas.
- Repaso de tornillos.
No contar con una estrategia de mantenimiento preventivo tiene consecuencias negativas para la maquinaria, pero también para el bolsillo. El objetivo de este plan es adelantarse a los problemas, evitar averías y conservar las aplicaciones en las mejores condiciones para garantizar su buen funcionamiento y fiabilidad.
Una máquina que no rienda bien o una avería inesperada suele ser sinónimo de problemas. Pensemos, por ejemplo, en un desperfecto que nos obligue a parar la producción, ¿qué consecuencias acarrea para nuestro negocio? Ponemos en riesgo el cumplimiento de plazos de entrega, pero también un funcionamiento inadecuado del equipo puede influir en la calidad del producto que estamos fabricando.
Por tanto, diseñar un plan preventivo para la maquinaria industrial siempre es recomendable porque como dice el refrán, «más vale prevenir que curar”.
Una buena lubricación: la clave del éxito
Otro pilar fundamental para la conservación y prolongación de la vida útil de la maquinaria industrial es contar con una buena lubricación. Cuando decimos “una buena lubricación”, hacemos referencia a engrasar las aplicaciones en tiempo y forma, pero también a usar los lubricantes adecuados y no renunciar jamás a la calidad.
Para que las aplicaciones industriales funcionen bien es necesario que las grasas o aceites que se empleen aseguren su rendimiento. Un producto de calidad es toda una garantía, dado que ofrece máxima protección y alto rendimiento al equipos. Los lubricantes industriales son fundamentales para:
Reducir la fricción y el roce de las piezas.
Disminuir la pérdida energética.
Permitir la refrigeración al absorber el calor de las piezas.
Evitar que las máquinas se deterioren de manera prematura o puedan dar errores.
Posibilitar ahorro energético y de consumo.
Mejorar la productividad.
Ahorrar consumo de combustible y del propio lubricante.
Hay actividades industriales que necesitan grandes cantidades de lubricantes para su funcionamiento, por ejemplo, en plantas con una alta producción. En estos casos, parar la producción por una lubricación errónea o porque el mantenimiento es inadecuado acarrea graves consecuencias económicas. Ocurre también en sectores donde se trabaja con maquinaria pesada y costosa, como el de obra pública o transporte.
Hay diferentes tipos de lubricantes industriales y sus usos son muy variados, dado que deben responder a las características de los equipos y del trabajo que desarrollan. Por tanto, a la hora de elegir el producto adecuado, se deben tener en cuenta variables como la temperatura, fricción o viscosidad.
Además de los multifuncionales y los de engrase general, existen también grasas y aceites para componentes más específicos, como los engranajes, o lubricantes especiales para aplicaciones más exigentes como las guías, por ejemplo.
La industria de los lubricantes también avanza surgiendo nuevas propuestas que ayudan a mejorar los procesos industriales.
En LUFILSUR contamos con una amplia gama de lubricantes de alta calidad, desarrollados con la tecnología más avanzada, que dan respuesta a las necesidades de las diferentes aplicaciones industriales. Además de la comercialización de aceites y grasas, ofrecemos servicio de asesoramiento para que la lubricación sea la adecuada en función de las necesidades de cada mecanismo.
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