El adecuado funcionamiento de una máquina pasa, en gran medida, por el mantenimiento que se realice en términos de lubricación. Para entender nuestro argumento de un modo rápido y sencillo, la propuesta sería la de aplicar esta sencilla fórmula: buena lubricación + uso de los lubricantes adecuados + empleo de productos de calidad.
En los últimos años, los avances en tecnología e investigación han conseguido mejorar los diferentes procesos industriales produciendo más con menos. El funcionamiento adecuado de las máquinas y sus motores, así como la prolongación de su vida útil, son factores que influyen en el éxito de la industria y en los beneficios que esta pueda obtener a medio y largo plazo.
Para alcanzar este objetivo es imprescindible una buena lubricación en cada parte del proceso y el empleo de los mejores productos para cada elemento. Dicho en otras palabras, la lubricación es esencial para los procesos industriales y una mala aplicación, en tiempo y forma, de grasas y aceites puede tener consecuencias desastrosas para la productividad y para la ‘salud’ de la maquinaria.
Lubricación: clave en el rendimiento de la maquinaria
En la industria hay diferentes tipos de lubricación y, por eso, a la hora de seleccionar los productos debamos tener en cuenta variables como la temperatura, la fricción o la viscosidad. Es una decisión que repercutirá en todo el proceso. La ‘vida’ y rendimiento de nuestra maquinaria está en juego, de ahí la importancia de definir un buen plan de lubricación.
En los últimos años, la lubricación ocupa el centro de las investigaciones que buscan soluciones a los diferentes problemas que plantea la industria. ¿El motivo? Las funciones que cumplen los aceites y grasas:
- Reducen la fricción y el rozamiento entre las piezas.
- Son muy importantes para la estrategia de mantenimiento de la maquinaria.
- Actúan como refrigerantes, dado absorben el calor de las piezas.
- Evitan, en la medida de lo posible, el deterioro prematuro de las piezas.
- Una buena lubricación ayuda al ahorro de energía.
En la industria existen multitud de componentes como bombas, rodamientos, motores o cadenas, entre otros, que deben estar convenientemente lubricados para operar de modo fiable y seguro. Cada elemento tiene unas necesidades específicas, requisitos a los que los fabricantes de aceites y grasas dan respuesta lanzando soluciones a medida.
¿Por qué es tan importante una buena lubricación en la industria?
Contar con un plan de lubricación adecuado influye en la vida útil de la máquina, pero también en la productividad de la empresa. ¿Qué ocurre cuando hay una mala lubricación?
Exceso de lubricación
Comúnmente se piensa que los problemas asociados a los lubricantes se originan por falta de producto, sin embargo, una ‘sobre-lubricación’ también puede poner en riesgo la máquina.
El exceso de aceite o grasa puede causar un atasco, requiriendo mantenimiento adicional y horas de inactividad. El engrase excesivo también puede provocar fallos de sellado. Las pistolas de engrase pueden aumentar la presión en los retenes y hacer que se deterioren y rompan. De manera similar, cuando la grasa se seca y se agrieta, la presión del lubricante adicional puede hacer que se rompa, dañando aún más los cojinetes.
Falta de lubricación
Es mucho más fácil darnos cuenta de los problemas cuando falta el lubricante, que cuando sobra. En esta tesitura, las complicaciones no se hacen esperar. Por lo general, la alerta llega en modo de subida de temperatura y ruido. No obstante, aunque se trata de señales fáciles de detectar, cuando estamos en una instalación muy ruidosa este síntoma podría pasar desapercibido.
Uso del lubricante incorrecto
¡Ojo con esto! Emplear una grasa o aceite inadecuado influye negativamente en el rendimiento de la máquina, pero también puede causarle serias averías. Los fabricantes de equipos suelen indicar el tipo de lubricante específico que debe aplicarse a cada equipo, si te arriesgas y no sigues estas recomendaciones, ¡atente a las consecuencias!
Mezclar lubricantes
No todos los lubricantes son iguales. Mezclar lubricantes inadecuados puede ser tan perjudicial como no utilizar ninguno en absoluto.
Por ejemplo, juntar lubricantes sintéticos y minerales puede provocar fugas y fallos en la máquina. Cuando se mezclan los lubricantes incorrectos, éstos corren el riesgo de expandirse o reducir los sellos cercanos, lo que causa problemas en el equipo, generando un coste económico para arreglar la avería.
Contaminación
El polvo, el agua o la humedad tienen consecuencias negativas para los equipos. Estos contaminantes aceleran el desgaste, la obstrucción de filtros, la oxidación o provocan el agotamiento de los aditivos. Efectos que deben evitarse diseñando un plan de mantenimiento que incluya protocolos de limpieza que reduzcan el impacto de la contaminación, externa e interna, durante el funcionamiento de la máquina.
Si empleamos lubricantes incorrectos y llevamos a cabo malas prácticas de lubricación, estamos poniendo en juego el rendimiento y vida útil de nuestra máquina.
Invertir en mantenimiento y no renunciar jamás a la calidad de los productos que empleamos es el camino más útil para abaratar los costes de producción.
Además, contar con un asesoramiento adecuado ayuda a mejorar la eficiencia y el rendimiento de la maquinaria. Si quieres conocer más sobre las posibilidades de lubricación industrial para tu empresa, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de ayudarte.