El filtro de aceite es esencial para proteger los sistemas frente a contaminantes, mejorando su funcionamiento y evitando daños en los componentes. Sin embargo, puede presentar diverso problema, como obstrucciones por acumulación de suciedad, roturas debido a presiones excesivas, daños en el material filtrante o fugas en los sellos.
Estos fallos no solo disminuyen la eficacia del filtro, sino que también afectan la limpieza del sistema, aceleran el desgaste y aumentan el riesgo de averías.
¿Cuáles son los problemas más comunes que afectan al filtro de aceite?
A continuación, analizaremos las causas principales de estos fallos, cómo detectarlos a tiempo y las medidas más efectivas para prevenirlos, asegurando así un rendimiento óptimo y la protección del sistema.
Obstrucción
La obstrucción ocurre cuando el aceite lleva demasiado tiempo en uso sin cambios ni revisiones regulares. Esto provoca que el filtro se sature de residuos como lodo de carbono, barnices u otras partículas generadas por la degradación del lubricante. Aunque un análisis de aceite puede no mostrar señales claras de este problema, el sistema lo evidencia con un aumento de la presión diferencial en el filtro, ya que el flujo del aceite se ve limitado.
Para evitar este problema, es importante cambiar el filtro y el aceite de manera periódica siguiendo las recomendaciones del fabricante.
Canalización
Conocida también como erosión de los poros del medio filtrante, la canalización sucede cuando partículas abrasivas de alta velocidad, como arena o metales desgastados, bombardean el material del filtro. Este proceso erosiona los poros o los expande irreversiblemente.
La canalización puede prevenirse con un correcto mantenimiento de las juntas y sellos del sistema, y se identifica mediante un aumento de partículas grandes en las pruebas de conteo de partículas en el análisis del aceite.
Fisuras por fatiga
Las fisuras por fatiga, o deformación de la matriz del medio filtrante, son provocadas por tensiones operativas como cambios bruscos de presión y flujo. Estas tensiones pueden deformar el tejido, restringiendo el flujo de aceite y forzando un bypass del filtro.
Este fallo puede detectarse con un incremento en el conteo total de partículas en los análisis del aceite.
Para mitigarlo, se pueden usar filtros reforzados con mallas metálicas o instalar el filtro en un circuito auxiliar que lo proteja de presiones extremas.
Migración del medio filtrante
La migración del medio filtrante, o ruptura de la matriz, es uno de los problemas más graves. Ocurre cuando las altas presiones dañan el filtro, liberando fragmentos del material filtrante que se dispersan por el sistema.
Este fallo no solo deja pasar contaminantes que normalmente retendría el filtro, sino que también introduce fragmentos del propio filtro dañado. Además, los contaminantes previamente atrapados pueden volver a entrar al sistema.
Este problema se detecta cuando hay una caída de presión muy baja o nula a través del filtro y un aumento en el número de partículas en el análisis del aceite.
La migración del medio filtrante combina los efectos de los otros tres modos de fallo, lo que la convierte en la más peligrosa. Puede ocasionar daños catastróficos si no se detecta a tiempo.
¿Cómo evitar los fallos del filtro de aceite?
Para garantizar que los filtros de aceite industriales funcionen bien y evitar problemas graves, como los descritos en este artículo, es importante seguir una serie de prácticas de mantenimiento preventivo, tales como:
Inspecciones visuales diarias del sistema: permite detectar posibles fugas, obstrucciones o signos de desgaste en los componentes. Esto ayuda a identificar problemas antes de que se agraven.
Observación del comportamiento de la presión y el flujo: mantener un monitoreo constante de la presión y el flujo del aceite es clave para detectar variaciones que puedan indicar obstrucciones o fallos inminentes en el filtro. Un cambio en la presión diferencial puede ser una señal temprana de que el filtro está obstruido o deteriorado.
Análisis regular de muestras de aceite: permite detectar contaminantes, como partículas metálicas o productos de degradación del lubricante, que podrían indicar un problema en el sistema o en el filtro. Realizar estos análisis con regularidad ayuda a anticiparse a fallos y a tomar medidas correctivas antes de que afecten el rendimiento del equipo.
Mantenimiento preventivo, incluyendo cambios de aceite y filtros: es fundamental para garantizar el funcionamiento eficiente del sistema y evitar problemas graves por la acumulación de contaminantes.
Implementar estas medidas ayudará a prevenir fallos graves en los filtros de aceite, asegurando un rendimiento más seguro y eficiente de los sistemas industriales a largo plazo.
