Industria, Lubricantes

Las altas temperaturas afectan a los lubricantes, pero ¿cómo lo hacen?

Trabajos de fundición del sector metal

Las altas temperaturas afectan a los lubricantes. Somos conscientes que con esta afirmación no estamos descubriendo nada nuevo, pero queremos poner el foco en qué medidas se pueden tomar para evitar, por ejemplo, el envejecimiento acelerado de los aceites y grasas industriales sometidos a un calor excesivo.

Los equipos que trabajan a altas temperaturas requieren del empleo de lubricantes que estén preparados para soportarlas y, además, que no pierdan sus propiedades de manera prematura y cumplan la función para la que están diseñados. Por tanto, elegir el aceite o grasa indicado para estas aplicaciones es fundamental.

La oxidación precoz y la modificación de la viscosidad de los aceites bases son los principales efectos que tienen las altas temperaturas en los lubricantes. No obstante, la magnitud del efecto depende del rango de temperatura a la cual esté expuesta el mecanismo.

Pero, ¿qué entendemos por ‘alta temperatura’? Cada aplicación y componente tiene definida una temperatura máxima de operación. Si se supera este límite, su vida útil se acorta. Esto tiene consecuencias económicas negativas porque aumenta los gastos de mantenimiento al existir un mayor riesgo de averías o de paradas inesperadas para reparaciones.

como afectan las altas temperaturas a los lubricantes

¿Qué pasa con el lubricante cuando está sometido a altas temperaturas?

Como hemos indicado, los equipos y sus componentes están diseñados para trabajar con exceso de calor, al igual que lo están los lubricantes que se fabrican para la lubricación de estos mecanismos. Pero, ¿qué les pasa a estos aceites y grasas?

La viscosidad y la oxidación del aceite base son las propiedades que más sufren con las altas temperaturas. Conocer estas propiedades nos permitirá entender mejor el efecto que tienen las altas temperaturas en los lubricantes.

Viscosidad

La viscosidad es la propiedad más importante que tiene un aceite. Se trata su capacidad de fluir o fricción interna. La viscosidad de un lubricante depende de la temperatura, de modo que será menos viscoso cuanto más aumente esta. En resumen, a mayor temperatura, menor viscosidad; a menor temperatura, mayor viscosidad.

Para minimizar esta causa-efecto, tenemos dos opciones:

  1. Emplear mejoradores de viscosidad que permiten que los lubricantes se mantengan más estables frente a los cambios de temperatura, sean de frío o calor. Estos mejoradores propician un mayor índice de viscosidad, por tanto, si un aceite tiene un índice de viscosidad superior que otro, esto significa que posee mayor estabilidad en viscosidad frente a las alteraciones de temperatura.
  2. Por otro lado, el uso de lubricantes sintéticos favorece, gracias a las propiedades que tienen, la estabilidad en su viscosidad a las temperaturas.

Oxidación

La oxidación o envejecimiento del aceite es otra consecuencia de trabajar a altas temperaturas, sobre todo, cuando no está lo suficientemente preparado para ello.

El primer síntoma de que el aceite está oxidándose será una caída de viscosidad. A continuación, notaremos cómo se va oscureciendo. Posteriormente, se registrará un repunte de viscosidad, es decir, el aceite se ira poniendo cada vez más viscoso hasta el punto de que ya no pueda fluir. La presencia de oxígeno acelera todo este proceso, algo que es irreversible y que provoca cuantiosos daños a los equipos.  

Para aplicaciones sometidas a altas temperaturas lo recomendable es recurrir a lubricantes que tengan aceites base sintéticos porque sufren menos degradación oxidativa.

Hay varios tipos de aceites base como los ésteres, los polialquilenglicoles (PAG), las polialfaolefinas (PAO) o los perfluorados (PFPE), que presentan una excelente estabilidad cuando se exponen a altas temperaturas.

Punto de gota

El punto de gota es una propiedad exclusiva de las grasas. Hace referencia a la temperatura a la cual el aceite base se separa del espesante. Cuanto mayor sea el punto de gota, más alta será la temperatura de operación de la grasa.

Por ejemplo, hay grasas convencionales de espesante de litio con aceite mineral que tienen un punto de gota máximo de 190 °C. Si las temperaturas de operación superan los 190 °C, el aceite base se separará del espesante, dejando al componente sin lubricación y, por tanto, poniéndolo en riesgo de sufrir una avería. Lo recomendable sería que esta grasa trabaje en un rango de temperatura que no exceda los 120°C.

El efecto de la temperatura en la grasa es el mismo que el descrito en el aceite, no podemos olvidar que la grasa incluye aceite entre sus componentes. Por lo tanto, para que la grasa soporte las altas temperaturas, debemos pensar no solo en el espesante, sino también en el aceite. Todo este conjunto (espesante-aceite) será el que nos indique el punto de gota adecuada para la aplicación que queremos lubricar.

propiedades de las grasas lubricantes

Efectos de las altas temperaturas a los lubricantes

En condiciones normales, los lubricantes se oxidan, pero las altas temperaturas aceleran esta oxidación, generando una serie de residuos como son las lacas, ácidos y lodos.

En el caso del aceite, los efectos se traducen en un aumento del índice de acidez, de la viscosidad y de los insolubles. Además, el color del fluido se oscurece y tiene mal olor. En la grasa, las consecuencias del exceso de calor también afectan a su color debido a que la oxidación de los aditivos la ennegrece.

En la industria, no siempre podemos evitar superar el límite temperaturas. Esto puede convertirse en un auténtico problema para nuestros procesos y maquinaria, si no tomamos las medidas que contrarresten los efectos negativos en los lubricantes. A esto hay que añadir, la existencia de otros elementos como el polvo, el agua, los contaminantes o cargas que también afectan a las propiedades de los aceites y grasas que se emplean.

Por eso, es muy importante que el producto que utilicemos responda siempre a las exigencias del trabajo de la maquinaria.

Conocer las condiciones de operación, que la viscosidad del aceite sea apropiada o que el índice de viscosidad y punto de gota sean los adecuados para la temperatura de trabajo, son requisitos que debemos tener en cuenta y darle respuesta. Con ello conseguiremos, un rendimiento adecuado, evitar averías y prolongar la vida útil de los componentes y equipos.

En LUFILSUR, ofrecemos asesoramiento sobre el tipo de lubricante que debe emplearse en función de los procesos que se llevan a cabo. Nuestro objetivo es conseguir la eficiencia y funcionamiento adecuado de los equipos.

Contamos con una amplia gama de aceites y grasas industriales que comercializamos en Andalucía y Extremadura, ofreciendo atención directa en Sevilla, Córdoba, Huelva y Cádiz. Si tienes interés en nuestros productos o servicios, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de ayudarte.

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Acerca de LUFILSUR

LUFILSUR comercializa aceites, grasas y productos específicos para el mantenimiento de procesos industriales. Ofrece también servicio de asesoramiento especializado para diferentes ámbitos sectoriales.

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