En todo proceso de producción, el aire comprimido debe estar limpio y no presentar riesgos para la seguridad de los alimentos. Por este motivo, la naturaleza del aire comprimido debe someterse a un control regular.
Causas de la contaminación del aire
La contaminación de los sistemas de aire comprimido se debe a múltiples causas. El compresor de aire recoge y concentra partículas de polvo, hidrocarburos y humedad del ambiente. Las gotas de aceite del lubricante del compresor y partículas de óxido de las tuberías pueden desprenderse e ingresar al flujo de aire comprimido.
Si no se eliminan estos contaminantes, puede afectar negativamente a los sistemas de procesamiento, la seguridad de los alimentos y la calidad.
Por su parte, para garantizar una calidad superior del aire, es recomendable una adecuada filtración en el punto de uso.
Los contaminantes ingresan al vapor de aire en todos los puntos del proceso, de ahí que la filtración en el punto de uso garantice que el aire limpio y seguro entre en contacto con los alimentos. Así, una buena práctica pasa por tener el aire filtrado justo antes de que entre en contacto con el alimento en el proceso de fabricación.
Esta práctica nos una filtración adecuada en el punto de uso, garantizando un aire limpio y seguro, aislando de una posible contaminación a los alimentos y a la zona de elaboración.
Normativa de certificación de la calidad del aire
Actualmente, se utilizan tres normas directamente relacionadas con la calidad (pureza) y las pruebas del aire comprimido.
Estas normas son la serie ISO 8573 / serie ISO 12500 / serie ISO 7183:
- La norma ISO 12500 y la ISO 7183 evalúan y comprueban el rendimiento de los equipos de purificación de aire comprimido, es decir de filtros y secadores.
- La norma que se utiliza más habitualmente es la serie ISO 8573 y sobre todo la ISO 8573-1:2010, que tiene como objetivo evaluar la pureza del aire comprimido necesario en un punto del proceso.
- Al ser la norma ISO 8573-1:2010 la más necesaria y utilizada en los procesos de fabricación de alimentación, nos centraremos en ella.
- ISO 8573-1 es el documento más utilizado de la serie ISO 8573, ya que se trata del documento que especifica la cantidad de contaminación permitida en cada metro cúbico de aire comprimido.
ISO 8573-1 enumera los principales contaminantes, como partículas sólidas, agua y aceite. Los niveles de pureza correspondientes a cada contaminante se muestran por separado en forma de tabla; no obstante, para que resulte más fácil de usar este documento combina los tres contaminantes en una tabla sencilla:
Especificación de la pureza del aire según ISO 8573-1:2010
Al especificar la pureza del aire necesaria, siempre se debe hacer referencia a la norma, seguida de la clase de pureza seleccionada para cada contaminante (se puede seleccionar una clase de pureza diferente para cada contaminante si es necesario).
A continuación, se ofrece un ejemplo de cómo especificar una calidad de aire:
ISO 8573-1:2010 clase 1.2.1. ISO8573-1:2010 hace referencia al documento de la norma y a su revisión; los tres dígitos se refieren a las clasificaciones de pureza seleccionadas para las partículas sólidas, el agua y el total de aceite.
Si se seleccionase una clase de pureza del aire 1.2.1, se especificaría la siguiente calidad del aire al funcionar en las condiciones de referencia de la norma:
Clase 1-Partículas
En cada metro cúbico de aire comprimido el máximo de partículas es de 20.000 de 0,1-0,5 micras, 400 partículas de 0,5-1 micras y 10 partículas de 1-5 micras.
Agua de clase 2
Se requiere un punto de rocío a presión (PDP) de -40 °C como máximo y no se permite agua líquida.
Clase 1-Aceite
No se permiten más de 0,0 1 mg de aceite en cada metro cúbico de aire comprimido. Este es el nivel total para aceite líquido, aerosoles de aceite y vapores de aceite.
En cuanto a la definición de ISO 8573-1:2010 clase 0, no implica que solo se permita una contaminación de nivel 0. La clase 0 indica que el usuario y el fabricante del equipo deben de acordar los niveles de contaminación como parte de una especificación por escrito.
Optimización de un sistema de aire comprimido
La calidad de aire requerida en cada punto de un sistema de aire comprimido puede variar. Así, la gama de equipos de purificación de aire que está disponible en el mercado nos permite especificar la calidad del aire en cada punto de uso y aplicación, desde la protección general del circuito central hasta un punto crítico en el sistema donde se requiera aire seco y limpio.
Para conseguir los niveles de calidad del aire que se exigen en los procesos de producción actualmente, es necesario estudiar cuidadosamente el diseño del proceso, la puesta en servicio y el uso del sistema. Solo con un estudio minucioso se podrá conseguir un diseño económico del sistema.
Se recomienda tratar el aire comprimido en la sala del compresor para proporcionar aire de uso general al emplazamiento y también para proteger las tuberías de distribución.
Asimismo, se debe aplicar la purificación en el punto de servicio, no solo para eliminar la contaminación restante en el sistema de distribución, sino también prestando especial atención a la calidad necesaria en la aplicación y el punto concreto.
Es fundamental que el aire comprimido esté limpio y no presente riesgos para la seguridad de los alimentos, de ahí la importancia de seguir estos estándares de calidad.
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