En el mantenimiento de la taladrina, evitar las bacterias es un hándicap a tener en cuenta. ¿El motivo? Ofrece ventajas que inciden tanto en la calidad del producto como en la protección de maquinaria y equipos.
Que la taladrina que se emplea en los trabajos de mecanizado mantenga sus propiedades es fundamental no solo para garantizar el proceso. Del buen estado de este fluido refrigerante depende, además del acabado de la pieza, la duración de la herramienta y la buena conservación de la máquina-herramienta.
La aparición de bacterias es uno de los problemas que afecta a los aceites de corte, provocando una serie de inconvenientes como es el mal olor. Los agentes contaminantes, a los que está expuesto el producto diariamente, inciden también en su calidad, por eso es importante hacer revisiones periódicas para observar el estado del fluido.
Con un buen mantenimiento de la taladrina podemos conseguir que las bacterias se mantengan alejadas y, por tanto, que haya menos problemas en el taller y las emulsiones tengan una vida más prolongada.
¿Por qué alejar las bacterias de la taladrina?
Este tipo de lubricante se utiliza, principalmente, para operaciones de mecanizado por arranque de viruta. Se trata de trabajos de corte en los que la fricción es intensa, por lo que es necesario que la taladrina conserve sus propiedades para que el proceso se realice de manera adecuada.
Entre otras ventajas, un control efectivo sobre el aceite de corte es clave para mantener a raya las bacterias en el taller. El mantenimiento no tiene porqué ser costoso y bastan 5 minutos para conseguir 5 logros en el taller de mecanizado.
Menos bacterias, más seguridad laboral
Mantener la taladrina sin bacterias reduce su endotoxina, lo que significa que los operadores de máquinas dispongan de un entorno laboral más seguro.
Menos paradas de producción
Al controlar la aparición de bacterias en la taladrina evitamos alteraciones innecesarias de la producción derivadas de una contaminación bacteriana.
La ausencia de bacterias influye en el ahorro económico
El tiempo que se necesita para efectuar mediciones apenas llega a los 5 minutos y las analíticas para hacer un seguimiento más exhaustivo nos las puede facilitar nuestro proveedor a coste 0.
Por otra parte, conseguir tener la taladrina sin bacterias nos ahorrará el empleo de agentes y productos químicos (bactericidas) adicionales que, además suelen ser agresivos con los operadores de máquinas. ¿En qué se traduce esto? En una considerable reducción de presupuesto para estos menesteres.
Más calidad de acabado
Las bacterias afectan a la calidad de la producción, ya que consumen elementos de la formulación de la taladrina. Esta situación provoca corrosión en el fluido por la reducción del pH: las gotas de la emulsión son más grandes, lo que empeora la capacidad de enfriamiento y reduce la capacidad de detergencia, disminuyendo la protección contra la oxidación.
Sin bacterias, el ambiente es más limpio
Un ambiente de trabajo más limpio y agradable es posible si mantenemos las bacterias bajo control. De esta forma, un buen mantenimiento contribuye a tener fluidos de corte más frescos en trabajos de mecanizado y la maquinaria, el utillaje y las herramientas estarán más limpios y durarán más.
“El mantenimiento alarga la vida útil de la taladrina y evita gastos innecesarios en maquinarias e instalaciones»
Hay muchas tareas que si incorporamos en el día a día de nuestro taller nos pueden ahorrar muchos disgustos y dinero. En el caso de las taladrinas, un mantenimiento efectivo influye en el rendimiento del fluido, pero también en la prolongación de la vida útil de nuestros equipos.
En LUFILSUR, ofrecemos asesoramiento técnico a diferentes sectores industriales como el mecanizado, además de comercializar taladrinas específicas para desarrollar estos procesos. No dudes en ponerte en contacto con nosotros si tienes interés en nuestros servicios y/o productos. Estaremos encantados de ayudarte.
