En la mayoría de los trabajos de mecanizado es imprescindible el empleo de fluidos especializados como las taladrinas. Como sucede con los productos químicos, es necesario tener en cuenta ciertas medidas de seguridad y mantenimiento al utilizarlos.
¿De qué medidas hablamos? En este artículo, he recopilado algunos de los principios más importantes y buenas prácticas que debes seguir si operas con los fluidos de corte.
Elaboración de la emulsión
Para realizar la mezcla, en primer lugar echaremos el agua y después añadiremos el concentrado; de esta forma los productos emulsionan perfectamente.
Si lo hacemos al revés, aunque los productos emulsionan, lo hacen con mayor dificultad y en mayor tiempo e incluso se forman grumos difíciles de deshacer.
AGUA + CONCENTRADO = EMULSIÓN (taladrina)
Porcentaje al hacer la mezcla
El porcentaje al que se debe hacer la emulsión, depende en parte del trabajo a realizar, del material a mecanizar y del fluido de refrigeración empleado.
No todos los trabajos exigen el mismo esfuerzo, ni la misma precisión o acabado, ni todos los materiales tienen las mismas durezas y tolerancia a las temperaturas. Dependiendo de estas condiciones y características del trabajo, emplearemos uno y otro fluido.
Una circunstancia que se da con frecuencia es trabajar con diversidad de materiales y diferentes tipos de trabajos. Por ello, en muchas ocasiones nos decidimos por usar una taladrina universal, con esta situación y sin entrar en mucha profundidad, podemos acordar que la concentración esté de media en torno al 6%, sabiendo que, para mecanizar materiales muy duros como puede ser el inoxidable, titanio o ph, materiales habituales en el sector aeronáutico, esta concentración posiblemente deba incrementarse.
Este porcentaje de concentración es para hacer el primer llenado de máquina. Para un depósito de 100 litros de capacidad, llenaremos con 94 litros de agua y 6 litros de concentrado resultando una mezcla, taladrina, de 6%.
Rellenos posteriores
Las reposiciones posteriores se harán en torno al 2% o 3% de concentración. Es decir, si hemos de rellenar la máquina con 50 litros, emplearemos 49 litros de agua y 1 litro de producto. Si el relleno fuese de 25 litros seria 24,5 litros de agua y 0,5 litros de concentrado.
Que las reposiciones sean a un porcentaje más pequeño que el llenado inicial se debe a que en el trabajo de mecanizado, se evapora mucha más agua que producto, por lo que si mirásemos con el refractómetro, la concentración de la emulsión previa al relleno sería más alta que la inicial. Por tanto, si volviésemos a rellenar con el aporte inicial, estaríamos reconcentrando producto.
Cómo medir la taladrina
Para medir la concentración de una emulsión, tenemos que seguir algunas normas. En primer lugar, debemos verificar y recalibrar el refractómetro. Esto se hace limpiando el lugar donde se pone la gota en el refractómetro, a continuación se vierte sobre esta superficie una gota de agua de la usada para hacer la emulsión y la línea que aparece en el visor debe situarse en 0; si no es así, moveremos el tornillo con un destornillador hasta recolocarla.
A continuación, después de limpiar la superficie, cogemos unas gotas de la emulsión en máquina y las vertemos en la superficie del refractómetro y medimos. El número en el que esté marcando la raya del refractómetro, lo debemos multiplicar por el valor de refracción, y el resultado será la concentración de la emulsión.
Esto es importante, ya que si el valor de refracción es de 1’5 o 1’9, si no multiplicamos por este factor, y consideramos que la concentración es la indicada en el refractómetro sin hacer la multiplicación, obtendremos datos desvirtuados que pueden provocar problemas en la emulsión. El valor de refracción es un dato que aparece indicado en la ficha técnica del concentrado que empleemos.
¿Cómo actuar con altas concentraciones que necesitamos bajar o al revés?
Para mantener la emulsión estable, es decir, que no generen bacterias o no formen espumas, debe mantenerse con un PH equilibrado. Para mantener un PH equilibrado no debemos echar solo agua para bajar la concentración o bien solo concentrado para subirla, pues si hacemos esto lo que conseguiremos es desestabilizar el PH al hacer que baje o suba bruscamente.
La mejor forma de hacer cualquiera de las operaciones antes descritas es haciendo mezcla o a una concentración muy baja o a una más alta, pero siempre mezcla o emulsión, ya que así estamos añadiendo un PH parecido al que está en el tanque y la subida o bajada no será tan brusca.
Mantener la taladrina en el tanque limpia
Otra operación básica al trabajar con fluidos de corte es limpiar de aceites extraños los tanques de las máquinas. Estos aceites suelen ser aceites de guías o hidráulicos que las propias máquinas arrojan y se mezclan en el tanque de taladrina.
La forma de limpiarlos es con el skimmer. Estos aparatos son portátiles e imantados, lo que nos permite pasarlos de maquina en maquina de forma rotatoria. Así, en un solo turno de trabajo, podrán sacar toda la suciedad del tanque de taladrina.
Si en nuestras operaciones de mecanizado seguimos estas buenas prácticas podremos alargar la vida útil de la emulsión y evitar paradas y costes innecesarios.
Gracias por tanta y tan buena información.
Me encantaría poder preguntarle algo acerca de las taladrinas
Gracias, Paco por tu comentario.
Puedes escribir a comunicacion@lufilsur.com con tu consulta. ¡Saludos!