Las virutas de mecanizado, esos finos filamentos de material que se desprenden durante las operaciones, pueden parecer inofensivas, pero la realidad es distinta. Si no se gestionan bien, estos residuos pueden convertirse en un auténtico quebradero de cabeza para cualquier taller.
Desde la obstrucción de las herramientas hasta la degradación de la calidad de la pieza, las virutas pueden causar numerosos problemas que afectan tanto a la productividad como al producto final.
Estos residuos metálicos son un subproducto inevitable que a menudo pasa desapercibido, sin embargo tiene un impacto significativo en la eficiencia, la seguridad y la calidad del trabajo.
¿Por qué las virutas de mecanizado son un problema?
Entender los problemas que generan y cómo mitigarlos es importante para optimizar la producción. Veamos cómo pueden afectar las virutas al día a día del taller:
Desgaste de las herramientas de corte
Las virutas atrapadas en la zona de corte pueden generar un desgaste prematuro de las herramientas. Esto ocurre especialmente cuando son largas y se enrollan alrededor de la herramienta o de la pieza. La fricción excesiva produce sobrecalentamiento, lo que afecta a la vida útil del filo y genera superficies de baja calidad.
Mal acabado de las piezas
Cuando las virutas no son evacuadas correctamente, pueden rayar la superficie de la pieza trabajada. Esto no solo disminuye la calidad visual, sino que puede afectar a las tolerancias y funcionalidad de la pieza.
Obstrucción de sistemas de refrigeración
Estos residuos pueden acumularse en los sistemas de refrigeración y lubricación, reduciendo el flujo del fluido y comprometiendo su eficacia. Esto incrementa el calor generado durante el mecanizado, afectando tanto a las herramientas como a las piezas.
Riesgos para la salud y seguridad del operador
Las virutas pueden ser afiladas y causar lesiones a los operarios, si no se manipulan correctamente. Además, algunos materiales pueden generar residuos tóxicos o inflamables. Además, el suelo lleno de residuos puede provocar accidentes por resbalones o tropiezos.
Contaminación
La acumulación de virutas acumuladas pueden contaminar el ambiente de trabajo y dificultar la limpieza. Esto no solo afecta al orden, sino que puede conllevar sanciones si no se cumplen las normativas medioambientales.
Soluciones para evitar problemas con las virutas de mecanizado
Afortunadamente, existen soluciones para reducir el impacto negativo que tiene las virutas de mecanizado en los talleres. Algunas de las estrategias más prácticas son las siguientes:
Uso de herramientas de corte con geometrías específicas: la elección de la herramienta adecuada es importante para controlar la formación de virutas. Las herramientas con rompevirutas integrados están diseñadas para fragmentar las virutas en trozos pequeños, lo que facilita su evacuación. Por ejemplo:
- En el torneado, opta por plaquitas con rompevirutas específicos para el material trabajado.
- En fresado, las fresas con filos helicoidales favorecen un corte más limpio y menos acumulación.
Optimización de los parámetros de corte: los indicadores de velocidad, avance y profundidad afectan directamente al tamaño y forma de las virutas. Ajustar estas variables según el material y la operación puede marcar una gran diferencia. Por ejemplo:
- Aumentar la velocidad de corte puede reducir la longitud de las virutas.
- Reducir el avance minimiza la generación de virutas grandes y problemáticas.
Evacuación de virutas de mecanizado: instalar sistemas de evacuación, como transportadores de virutas, asegura que estas no se acumulen en la zona de trabajo. Además, los sistemas de extracción por vacío o soplado neumático son efectivos para eliminar virutas pequeñas y evitar que queden atrapadas en la pieza o herramienta.
Uso eficiente de fluidos de corte: además de lubricar y refrigerar, los lubricantes refrigerantes ayudan a expulsar las virutas del área de trabajo. Para maximizar su eficacia:
- Asegúrate de que las boquillas estén correctamente posicionadas para dirigir el fluido hacia la zona de corte.
- Utiliza fluidos con buena capacidad de lavado y considera añadir aditivos si trabajas con materiales que generan virutas problemáticas, como el aluminio.
Filtración: la implementación de filtros en el circuito de refrigeración ayuda a mantener limpio el fluido, evitando la recirculación de virutas que puedan causar obstrucciones o contaminar otras áreas de trabajo.
Plan de mantenimiento: la limpieza regular de las máquinas y el área de trabajo es fundamental. Usa utensilios específicos, como colectores magnéticos o cinta de skimmer, para evitar el contacto directo con las virutas. Establecer un plan rutinario de mantenimiento y asegura que los sistemas de evacuación y filtración funcionen correctamente.
Las virutas de mecanizado son inevitables, pero los problemas derivados de ellas no tienen por qué serlo. Con las estrategias adecuadas, es posible minimizar su impacto.
Un taller que gestiona eficazmente estos residuos metálicos no solo asegura una mayor productividad y calidad, sino que también crea un entorno de trabajo más seguro y ordenado.
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