En los últimos años, la sostenibilidad se ha convertido en una preocupación fundamental para muchas industrias, incluida la de los lubricantes industriales. A medida que aumenta la conciencia sobre el medioambiente y la necesidad de reducir nuestra huella de carbono, es crucial que las empresas del sector se comprometan con prácticas responsables y eco-amigables.
La industria de los lubricantes es vital para el funcionamiento de maquinarias y equipos en diversos sectores como la automoción, la industria alimentaria, la energía y la minería, entre otros. Sin embargo, la producción y el uso de lubricantes pueden tener un impacto significativo en nuestro entorno, principalmente por la generación de residuos y la emisión de gases de efecto invernadero.
Esto hace que sea imprescindible que los fabricantes de lubricantes adopten medidas que contribuyan a la protección del entorno, pero también que fomenten la sostenibilidad en todas las etapas del ciclo de vida del producto. Esto abarca desde la selección de materias primas hasta las prácticas de producción, distribución, uso y reciclaje. Y están en ello porque cada vez son más las empresas del sector que incorporan nuevas prácticas y tecnologías a fin de conseguir estos objetivos.
Un aspecto clave para evaluar la sostenibilidad de un lubricante es su huella de carbono, es decir, la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero que se producen durante su producción y uso. Los fabricantes conscientes de este tema buscan reducir sus emisiones optando por energías renovables en sus procesos de producción y mejorando la eficiencia energética, por ejemplo.
Otro factor importante para considerar es la capacidad del lubricante para ser reciclado o reutilizado. La mayoría de los lubricantes industriales están sujetos a un ciclo de vida limitado, pero existen opciones que pueden prolongar su uso a través de tecnologías de regeneración y reciclaje. Apostar por lubricantes que faciliten esta opción, fomenta la economía circular y reduce la cantidad de residuos que se generan.
Fabricantes comprometidos con la sostenibilidad
Como indicaba, ya hay muchas empresas involucradas con la búsqueda de soluciones menos dañinas y que den respuesta a las demandas actuales. Un ejemplo de este compromiso por la sostenibilidad y la economía circular es la iniciativa de rhenus lub promoviendo el uso de recipientes que permiten varios llenados.
Se trata de bidones reacondicionados para los lubricantes refrigerantes, que se pueden reutilizar hasta 10 veces y luego reciclarse. Además, este fabricante está también apostando por contenedores fabricados con materiales parcialmente reciclados.
Quaker Houghton es otro ejemplo de empresa comprometida con reducir los daños al entorno. En su informe de sostenibilidad 2022, la compañía destacaba su progreso en estrategia ambiental con, entre otras medidas, la aplicación de las directrices de química verde en sus soluciones, la evaluación de proveedores sostenibles, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero o el uso de materias primas renovables.
Y es que, en este compromiso con la sostenibilidad, no es suficiente con lanzar al mercado fórmulas digamos ‘más amigables con el medioambiente’, sino que hay que tener en cuenta también las prácticas que se llevan a cabo durante todo el proceso de fabricación, distribución y uso del producto.
En este sentido va el estudio conjunto que han realizado Stefan Fassbender, director de Components, Business Management EMEA – Fuel and Lubricant Solutions en BASF, y Wolfgang Bock, director de Product Management de aceites industriales en FUCHS, en el que analizan la importancia de evaluar la sostenibilidad de los productos en su totalidad.
Ambos expertos parten de la base de que la evaluación de la sostenibilidad de los productos se ha centrado principalmente en la fase de fabricación, sin considerar los impactos ambientales durante el uso y la eliminación del producto.
El estudio analiza el impacto medioambiental de tres tipos de aceites minerales: un aceite hidráulico monogrado estándar, un aceite hidráulico multigrado estándar y un aceite hidráulico multigrado premium, utilizados en una excavadora durante 8.000 horas.
Los resultados muestran que, aunque los aceites hidráulicos monogrado tienen una mejor huella de carbono en su producción, los aceites hidráulicos de alto grado ofrecen un mejor rendimiento en la máquina, ya que reducen la fricción y aumentan la eficiencia de la bomba, lo que resulta en un menor consumo de combustible.
Además, los fluidos premium tienen una vida útil más duradera, lo que permite aumentar los intervalos de mantenimiento y utiliza menos recursos fósiles en general. Por lo tanto, concluyen que, considerando la totalidad del proceso, los fluidos premium son la opción más respetuosa con el medio ambiente.
Apostar por fabricantes que buscan soluciones sostenibles
Para garantizar que los lubricantes utilizados en la industria sean sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, es necesario buscar fabricantes que estén comprometidos con estos principios. Al elegir fabricantes preocupados y conscientes sobre la necesidad de cuidar nuestro medio ambiente, estamos apostando por la reducción de nuestra huella de carbono, el fomento del reciclaje y la adopción de prácticas responsables en toda la cadena de suministro.
En LUFILSUR, somos muy conscientes de este cambio de paradigma y, por ello, apostamos por proveedores que no solo desarrollen lubricantes industriales más sostenibles y seguros, sino que también tengan el firme compromiso en reducir impacto negativo en el medio de sus procesos industriales.
Desde mi punto de vista, la sostenibilidad no solo beneficia a nuestro entorno, sino que también promueve la eficiencia y el ahorro de costes para las empresas, convirtiéndola en una decisión inteligente y necesaria.
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