Las operaciones de mecanizado no serían posible sin el uso de fluidos especializados como las taladrinas. Estos aceites incluyen en su composición algunos elementos químicos que pueden provocar problemas de salud en los profesionales, si no se toman las precauciones adecuadas.
Se trata de sustancias químicas presentes en este sector industrial desde hace décadas, pero a las que no se les ha prestado atención, hasta hace relativamente poco, en materia de higiene industrial y Prevención de Riesgos Laborales.
En general, estos fluidos no tienen que ser etiquetados, sin embargo, si los envases llevan etiqueta ¡ojo! En este caso es fundamental seguir las instrucciones, dado que los fabricantes están obligados a informar de cualquier tipo de riesgo que implica la manipulación de las taladrinas e indicar pautas de seguridad.
Dado que las taladrinas coexisten habitualmente con otros factores contaminantes, resulta tremendamente complicado establecer una relación causa-efecto única y directa derivada de la exposición a estos agentes químicos nocivos para la salud, pero también para el medioambiente.
Empleo de taladrina: riesgos potenciales para la salud
La manipulación de aceites y taladrinas representa básicamente tres tipos de riesgos potenciales para la salud de estos profesionales:
- Afecciones cutáneas.
- Problemas respiratorios.
- Cáncer.
El contacto con la taladrina afecta a la piel, pudiendo producir sequedad, alergias o infecciones. Las lesiones cutáneas son las más extendidas y mejor estudiadas. Están originadas por la naturaleza irritante que tienen estos productos y la agresividad de algunas de las sustancias que componen el fluido.
En este sentido, es muy importante que los profesionales sigan una serie de medidas preventivas para protegerse y minimizar riesgos, tales como el uso guantes, indumentaria de seguridad, lavarse las manos con frecuencia o usar cremas, por ejemplo.
El cambio de temperaturas que sufren los fluidos de corte durante el proceso e mecanizado origina la formación de aerosoles y nieblas, cuya inhalación puede ocasionar problemas en el aparato respiratorio.
Estudios sobre las nieblas de taladrinas incluyen algunos efectos como irritación de vías respiratorias, neumonía lipoide, fibrosis pulmonar y asma bronquial. Sin embargo, la incidencia directa de estos ‘humos’ en las vías respiratorias no está tan claramente, ni tan estudiada como ocurre con las afecciones en la piel.
El potencial cancerígeno de las taladrinas radica en la presencia de ciertos componentes, entre los que destacan los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), presentes en los aceites minerales, y las nitrosaminas (N), que se forman a partir de las aminas y los agentes nitrosantes que componen algunas taladrinas.
¿Cómo puedo saber si las taladrinas que utilizas pueden perjudicar a la plantilla?
Lógicamente, la primera información sobre si la taladrina posee sustancias nocivas para la salud debe facilitarla el fabricante del producto. Siempre que haya un ‘agente peligroso’, esto tiene que estar debidamente indicado en el envase, a través del etiquetado.
En este sentido, es importante saber interpretar los pictogramas y frases H (indicadores de riesgo) que aparecen en las etiquetas y tener especial cuidado con las taladrinas que contengan alguno de los contenidos que aparecen a continuación:
En las Fichas de Datos de Seguridad, facilitadas por los fabricantes de taladrinas, se puede consultar información complementaria a la que hay en la etiqueta del envase, convirtiéndose en un documento de referencia para gestionar el riesgo asociado a los productos que utilizamos.
A la hora de elegir los fluidos refrigerantes, consultar con nuestro proveedor de productos puede ayudarnos a despejar dudas sobre las características de las taladrinas que compramos y, además, también pueden proponernos alternativas disponibles que sean más seguras e inocuas para nuestra plantilla.
¿Qué soluciones existen para evitar problemas con las taladrinas?
Si tenemos en cuenta los principios de acción preventiva recogidos en el artículo 15 de la Ley 31/1995, de Prevención de Riesgos Laborales, resulta necesario valorar la posibilidad de utilizar sustancias y procesos que eviten la exposición de los profesionales a agentes químicos que representen un riesgo para su salud.
Llevar a la práctica este principio de actuación resulta complicado para algunas operaciones de mecanizado, dado que los fluidos que emplean están especialmente diseñados para cumplir con la función que exige el proceso.
Afortunadamente, los fabricantes están creando alternativas más seguras y con un alto nivel de prestaciones y rendimiento.
Es el caso de las taladrinas exentas de aminas y ácido bórico que impiden la formación de nitrosaminas y aumenta la seguridad cutánea, dado que reduce el riesgo de afecciones en la piel.
En LUFILSUR, comercializamos y distribuimos taladrinas sin aminas ni ácido bórico que mejoran la protección del operario, al tiempo que ofrece un óptimo rendimiento.
Se trata de una gama de fluidos específicos, tanto universales como de alto rendimiento, que reducen el efecto perjudicial en la piel, debido a que poseen valores pH muy inferiores a otros productos que existen en el mercado.
Si tienes interés en estos lubricantes o en nuestro servicio de asesoramiento técnico para procesos industriales, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de ayudarte.