Lubricantes

Horizonte negro en el mercado de los lubricantes industriales

El mercado de lubricantes industriales está limitado

El pasado mes de febrero ya advertimos de la complicada situación del mercado de los lubricantes industriales, cuando anunciamos problemas con el abastecimiento de materias primas para la fabricación de lubricantes y subidas directas en los precios.

Dos meses más tarde, el horizonte sigue igual de negro: la escasez de materias primas es realmente alarmante, lo que pone en peligro la cadena de suministro.

La falta de movilidad y por lo tanto, la bajada en el consumo de combustibles provoca un exceso de almacenamiento de producto en las refinerías. Esta situación evita una producción normalizada para abastecer al mercado de lubricantes industriales. 

Al ser las bases lubricantes uno de los cortes finales en la destilación, la producción de estas bases se encuentra actualmente en niveles mínimos.

Este hecho ha causado una subida de costes sin precedentes, y mucho me temo que seguirá así a medio plazo. La situación es tan drástica que algunos fabricantes se ven obligados a retrasar los suministros a clientes a límites insospechados, llegando incluso a no poder suministrar producto por no tener capacidad de producción. 

Las grandes compañías están tratando de asegurar a toda costa el abastecimiento de sus clientes, sobre todo, los grandes contratos de suministros. Pero esta situación está llegando a unos precios que bajo mi entender comienzan a ser inaceptables para la pequeña y mediana empresa española.

Consecuencias directas para el mercado de los lubricantes industriales

Por lo tanto, la primera consecuencia es la subida directa en los precios, costes que además tienen la validez del momento, con la incertidumbre que esa inestabilidad genera. Así, algunos fabricantes ya están anunciando la tercera subida de precios del año.

La segunda consecuencia y no se si más o menos importante que la anterior, es la inseguridad en cuanto a la capacidad de suministro. Ya no es que pueda pagar el precio del producto, es si el fabricante será capaz de suministrarlo.

Se está imponiendo la ley del más grande y las compañías ante la tesitura de suministrar a un cliente grande y estratégico o a un cliente pequeño, optan por suministrar al primero. 

Vienen unos meses complicados, tanto para el consumidor como para el fabricante y por lo tanto, para los comerciales. Confiemos en que pase pronto. 

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